lunes, 14 de noviembre de 2011

Mi ratoncito de 5 años.

Esta mañana dormía tranquilamente... o tal vez dormitaba... o me hacía la dormida... o una mezcla de ambas, la verdad es que hace rato que había sonado el despertador y yo, regalona y remolona, no quería abrir los ojos e intentaba inútilmente volverme a dormir... Sentí cuando mi esposo, tan responsable él, se levanto a buscar su ropa, a prender el calefón y, en uno de sus descuidos, pum... se metió en mi cama un ratoncito llamado Constanza, quien habita nuestro hogar desde hace 5 años.

Se apego a mi tanto tanto que por un par de segundos creí que otra vez éramos una, que otra vez estaba en mi guatita, la abrace tan fuerte como si estuviera abrazando mi propia alma y sumergí mi nariz en su pelo sintiendo la mezcla de su olor aún a bebe con el champú Natura que le regalé hace unos días.

Mi ratoncito se aferro tan fuerte a mis brazos que creo que ella también pensó que éramos una.

Luego sonrió triunfante al darse cuenta de que su papá no la había notado. Ganó la batalla matutina, logrando meterse, una vez más, a nuestra cama matrimonial de manera etérea y silenciosa; ganando, rápidamente, el dominio de nuestro pequeño reino.

Mi ratoncito de 5 añitos, me hace la mujer más feliz de la tierra...

No hay comentarios: