lunes, 30 de noviembre de 2009

Tengo mi Blog botado

Y creo que se debe a que no ha habido grandes acontecimientos en mi vida, o tal vez a que ya nadie lo lee, o a la suma de ambos… El asunto es que hace un tiempo que ya casi no escribo, ni poesía ni prosa, ni siquiera un cuento para mis niños, lo cual por un lado es triste, ya que en cada uno de mis escritos sale una parte de mi importantísima que me complementa. Muchas veces soñé con ser escritora, escribiendo novelas y cuentos de niños, luego me imagine como columnista y llevar una historia entretenida en algún diario o revista.
Pero en el tiempo me he limitado a escribir solo de mi vida para aquellos amigos curiosos que quieran saber cómo he estado.


En todo caso ese es uno más de mis sueños inconclusos; ser cantante, escritora o profesora de una escuela rural se suman a la lista de cosas no realizadas de mi vida. No me causan ningún tipo de frustración, sin embargo quien sabe, tal vez algún día escriba sobre mi nueva publicación, sobre el pub en el que voy a cantar o que por fin estoy en algún pueblo perdido enseñando un poco de matemáticas y un poco de la vida a niños de corta edad.

Y de todos mis sueños, el único que me prometí cumplir a penas tenga un poco más ordenada mis finanzas y metas familiares, es el de estudiar pedagogía, para en un futuro no muy lejano, cambiar este trabajo de oficina, por el de una sala de clases.

Mientras tanto a disfrutar de lo que tengo, ya que mi vida está llena de bendiciones. Disfrutar de mi familia, de mis amigos, de mi trabajo. Y mis sueños, sueño con una casa propia, o departamento, sueño con viajar a Puerto Rico, sueño con una casita en la playa y una parcela con cultivos propios…
Ahhhh es lindo soñar y bueno, ese ha sido mi verdadero hobbie desde niña. Supongo que en la vida me pueden quitar todo, menos eso, menos la ilusión y las ganas de soñar.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Un nuevo aniversario.

Otro año más.

Hace 7 años que mi papá nos dejo, el 1er día de primavera.

Primavera siempre ha sido mi época, generalmente renazco junto con ella. El sol me energiza, la belleza de las flores me anima, la llegada de abejas, mariposas y aves me hace ver que hasta lo más pequeñito puede ser hermoso. A lo largo de mi vida, en primavera me han pasado cosas hermosas, mi nacimiento, relaciones amorosas, soluciones a problemas, todo pasa cuando ya llega la primavera.
Entonces, ¿qué hacer con el dilema? No me gusta entristecer en primavera, sin embargo, desde hace 7 años que comienzo los 21 con un par de lagrimas y con unas gotas de melancolía en mi alma.

Lo extraño

Todo el tiempo, por cierto, no solo en primavera.

Extraño sus manos, eran de dedos cortos y gorditas, se le secaban con facilidad y no era bueno para echarse crema. No era su estilo. Las usaba para acariciar, abrazar y para su pasión, escribir. Escribía todo el tiempo, todo él era un verso.

Extraño sus ronquidos, de pequeña, cuando despertaba con miedo en la noche, escuchaba sus ronquidos que eran tan fuertes que los podía sentir en el dormitorio continúo, y me daban la certeza de que no estaba sola, de que él me estaba cuidando.

Extraño sus besos, nunca podíamos separarnos sin antes darnos un beso, aunque hiciéramos un taco, cuando me iba a dejar a la universidad, yo no podía salir del auto, sin antes darle un beso.

Extraño absolutamente todos sus consejos.

Extraño sus chistes y bromas, cuando apagaba la luz de mi dormitorio solo para que yo le reclamara.

Extraño sus paso, cuando llegaba del trabajo y yo corría a abrazarlo.

Extraño sus cebiches, su pebre, su pollo a la cerveza y cualquier cosa simple que se le ocurriera.

También extraño todo aquello que no hizo.
Que no jugara con mis hijos, que no fuera a mi casa a tomarse un cafecito, que no me acompañe al supermercado, el vals que no bailamos en mi matrimonio y todas esas veces que he necesitado un abogado.

Tanto que aún lo necesito y cada vez que voy a dar un nuevo paso pienso, que es lo que él me diría, cómo me aconsejaría, que sabias palabras se le ocurrirían.

Te amo papá.

lunes, 27 de abril de 2009

Aun da penita....

Ya llevo un poco mas de 6 meses trabajando y aun me duele la guata cada vez que me voy, empeora cuando la Cony me abraza las piernas para pedirme que me quede o cuando Patricio me dije que esta enfermito que se quiere quedar conmigo en cama.

Pero, también trabajo para ellos. Esto fue lo que me dijo mi amigo Andrés una vez, que uno también trabajaba por los hijos y después de sumar y restar me di cuenta de que es verdad.
Quiero que tengan un patio enorme donde puedan jugar, quiero que vayan a una buena escuela sin importar si debo pagarla... No se trata de darles todo lo que me pidan, no, menos de comprar su cariño con cosas materiales, solo de tener metas como familia, metas que con un sueldo no nos alcanza, como la casa propia, el colegio de los niños, el perro, etc. en estos momentos con un solo sueldo solo sobrevivimos.

También está mi familia, cuando a mi mami le falta algo, me duele el corazón no poder dárselo. Lo mismo ocurre con mis hermanos...

Ok, el dinero es necesario y si bien, ya no estoy cuestionándome el porqué volví a trabajar, solo estoy reforzando las razones, no quiero volverme consumista, arribista o algún "ista" por el estilo, solo quiero tener la tranquilidad de darle, a mi esposo un respiro, pues debe ser estresante llevar toda la carga de la familia en los hombros, y alcanzar aquellas metas que como familia nos hemos propuesto.

También debo admitir que me gusta mi trabajo, me agrada arreglarme y venir, me siento más mujer y llena de desafíos, ya me he estado en 3 trabajos distintos y creo que en este me quedo.

Sin embargo, a pesar de que esta vez la balanza se inclina a mi trabajo, sigo yéndome con penita.

Quién sabe, tal vez algún día encuentre el trabajo ideal, ese que me permita estar medio día en casa y trabajar mientras ellos estén en la escuela.