martes, 30 de septiembre de 2014

Mi padre

No puedo dejar pasar septiembre sin hablar de mi papá.
Hace ya 12 años, el primer día de primavera partió su viaje, dejando huérfanos a toda su familia y amigos.

Hoy quiero recordarlo con alegría, su sabiduría, su buen humor, su sonrisa y sobre todo su amor. Estoy agradecida de que sea mi Padre.

Sin embargo a veces... 

A veces temo olvidar pequeños detalles, como la forma, textura, arrugas de sus manos, su olor.
Olvidar su vos, el tono, sus palabras, su volumen.
Olvidar su espíritu, su corazón, su alma.

A veces creo que todo es un sueño, que cualquier día despierto, aparece, lo abrazo y me quedo así, recostada en su pecho, hundida en su aroma, en su piel, en su calor..´

A veces pienso en todo lo que no le pregunté, todas las palabras que se llevó el viento.

A veces el consuelo del ciclo de la vida no me consuela, que importa eso de que la vida se acaba, de que vivió su momento, de que a todos nos llega la hora.

A veces lo extraño tanto que mi corazón duele y quisiera esconderme del mundo, unirme a la paz del viento, acurrucarme junto a la tierra, la piedra, los árboles y las montañas, callar mi corazón y ver si aparece de nuevo.

A veces no soy valiente, no soy fuerte, no soy inteligente,  solo soy una hija, perdida en el mar del mundo y quisiera que me tome la mano y me guié a mi destino.

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