martes, 17 de mayo de 2011

Cocine con mis hijos

¿Se han fijado en lo caras que son las mermeladas caseras?
Recuerdos cotidianos de mi niñez era quedarme al lado de mi abuela mientras ella pacientemente revolvía la olla de cobre una y otra vez con una cuchara de palo.
Hoy en día hemos dejado de lado muchas cosas, en los super encontramos todo congelado, pre hecho, pre cosido, pre preparado, etc… las empanaditas y sopaipillas están llegar y freir. Hemos perdido el hacer las cosas caseras, yo soy 100% amiga del pure instantáneo de papas, creo que el ideal es demorarme menos de 30 min en la elaboración de cualquier comida.
Lo peor es que ahora todo es rápido, instantáneo y desechable, la ropa, por ejemplo, antes uno la remendaba y la seguía usando, ahora es de menor calidad y se bota fácilmente. Se ven niños que les da flojera leer, es más rápido y fácil ver la película, incluso hay niños que les da flojera salir a jugar a la plaza, es más fácil prender el wii. Y que nos pasa a los papas, es más fácil que jueguen wii.
Y que pasa cuando todo es desechable hasta los amigos, los pololos, los trabajos, etc. Perdemos la estabilidad y nos cuesta mantener relaciones. Hay personas que no son desechables, aunque queramos, los hijos, los padres, los buenos amigos, esos pegotes que no hay como echarlos… jajaja… esos me encantan, son mis favoritos.
El otro día conversábamos con el Pato lo rico que sería comer calzones rotos, decíamos que no tenemos la receta, que tendríamos que buscarla en internet y cosas por el estilo. De pronto vimos la carita DESCOMPUESTA de la Coni, abrió sus ojitos de niña asustada y me dice con voz de pena "yo no quiero comer calzones, mami" Pobre mi niña, no conoce los calzones rotos.
Me anime y los prepare con mis niños un domingo en la mañana. Primera vez que hacía en mi vida. Lo pasamos super bien, la Coni decía que la masa era plasticina y no quería soltarla, patricio salió seco para armar los calzones rotos y les encantó echarles el azúcar flor, decían que era “empolvito”. Los hicimos pequeñitos así que se frieron rápido. Desayunamos calzones rotos ese día, fue toda una experiencia entretenida.
El fin de semana Patricio fue al supermercado con los niños y ellos se acordaron de comprar manteca, harina y materiales para preparar sopaipillas, panqueques y calzones rotos, alimentos que se están convirtiendo en parte de los desayunos familiares de los domingos.
A ver si el próximo verano compro fruta fresca y me animo a hacer la receta de mermelada de mi abuela, claro, de tanto verla, me la aprendí.

1 comentario:

Patty dijo...

Barbara, muy entretenidas tus historia, me encantó tu blog! aunque pienso que sería un poco más atractivo para la vista el poner tambien alguna fotito; de esos calzones rotos por ejemplo mmmmm se me hizo agua la boca jajaja obligadita a preparar para la once ñam!
Un abrazo
PAtty