Y perdón por mi lenguaje tan coloquial pero es que así fue...
Íbamos tarde en la mañana con mi hija al colegio y como sé que la castiga y aún faltaban un par de minutos, se me ocurrió la genial idea de subirla mi espalda y correr con ella y claro caímos como saco de papas, situación que, primero, me hizo darme cuenta que estoy bastante más viejas, segundo que mi hija está más grande y pesa bastante kilos más que cuando tenía 2 años y tercero.... pucha que duele caerse en pavimento...
Sé que algún día me reiré de esto y será una anécdota que le contaremos a sus hijos, pero en este momento me siento adolorida humillada y muy triste porque de todas formas llegamos tarde a clases, igual quedó castigada en el taller junto con todos sus compañeritos.
Gracias a Dios a ella no le pasó nada pero yo quedé con codos y rodillas lastimadas igual que cuando era cabra chica... Lo cierto es que no quiero nisiquiera moverme de mi cama gracias a Dios hoy no trabajo, hace frío y está nublado... Qué ganas de quedarme en camita... Pero bueno, es solo un ratito, después debo comenzar mi rutina diaria, esa que hago ... no espérense ... la verdad, no tengo rutina, funciono según la necesidad del momento y el día día... bueno seguro que en algun momento tendré que cocinar y seguro tendre que lavar la loza, preparar alguna prueba, terminar alguna guía... pero en este minuto sólo quiero que haga efecto el ketoprofeno y sentarme a que se me pase el dolor Ya luego veré cómo me animo a seguir caminando
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