domingo, 4 de noviembre de 2007

Logre que mi esposo cocinara…

Mi esposo no es nada de machista, el barre la casa, lava la loza, muda y baña a los niños, hasta me deja dormir las mañanas del domingo. Pero la cocina, nada. Las veces que yo le digo que no quiero cocinar ordenamos comida china, pizza o abrimos un tarro de atún con una lechuga.

Pero el otro día me corte el dedo trozando el último pedazo de pollo. Quería hacer pollo al jugo. Intenté seguir cocinando pero la verdad es que el corte fue grande, me salio mucha sangre y comenzó a doler así que obligada a pedirle ayuda. Le deje sobre el mesón de la cocina el pollo, una cebolla, una zanahoria, un ajo, unos champiñones, unas arbejas congeladas, un cuchillo y una tabla de cocina y le pedí que me ayudara. Desde la puerta de la cocina (pues mi cocina es pequeña y dos chocamos) comencé a dirigirlo, que cortara la cebolla, la pusiera a sofreír y agregara los otros ingredientes de a poco… y le encantó hacerlo, de verdad lo disfruto y cuando termino el pollo dijo “que fácil”, luego le dije como hacer un arroz blanco (ese lo podía hacer yo, pero comencé a disfrutar que él cocinara) y me fui a poner la mesa.
Almorzamos un exquisito pollo al jugo con arroz… el mismo quedo muy contento haber echo con el almuerzo.

Mi dedo ya está bien, ahora tendré que inventar otras dolencias para que cocina de nuevo… jajajaaaa