jueves, 14 de marzo de 2013

Canta, Bárbara, canta...

Es lo que me digo a mi misma cada vez que viene el cansancio, el desánimo, las ganas de no hacer nada... pero tengo que admitir que no son mis palabras, son de mi amigo peruano, a quien le ha tocado animarme, o reanimarme, varias veces...
Hoy estoy cansada, solo cansada, feliz, pero cansada. Por fin comencé a hacer clases, por fin cambio de rubro, más tiempo con mi familia y siguiendo mi vocación, pero aún no encuentro tiempo para el planchado, los cerros de ropa limpia se me acumulan, que estupidez, generalmente gasto más energía pensando cosas trascendentales, como la elección del nuevo papa, pero lo cierto es que cuando encuentras canastos de ropa limpia y tu hijo te dice que no tiene polera que ponerse, sabiendo una que hay millones por planchar en la ropa limpia, pues no me queda mucho tiempo para las cosas trascendentales, con suerte y logro escribir este blog... en fin, creo que ya me fui para cualquier lado... hoy estoy medio desequilibrada entre el trabajo y la casa, pero bueno, escribo de nuevo cuando encuentre mi equilibrio espiritual, hoy solo cantare, y seguiré diciéndome a mi misma: "Canta, Bárbara, canta..."