sábado, 14 de abril de 2012

Caminando por Pio Nono

Hace años que no "carreteaba" en Bellavista. Ayer me junte con unos amigos a cenar. Y claro, tome el metro, me baje en Baquedano y comencé a caminar por Pio Nono hasta el restaurante.

El clima estaba agradable, ni calor ni frio, aunque bueno, yo andaba bastante abrigada. El aire se sentía "rico" y la caminata me cayó bien.

Lo primero que llamo mi atención fue pasar por la facultad de derecho de la Universidad de Chile, recordé a mi papá, las historias de la defensa del puente Pio Nono contra los de Ingeniería Civil y también imagine cuantas veces tuvo el que caminar por las mismas calles que yo.

También llamo mi atención la cantidad de pubs que hay, la gente que conversaba en las mesitas de las veredas, los que estaban solos y los acompañados, las caras, las risas, la música... la música, me percate que muchas canciones que se oían no las conozco y las que conocí, obviamente se me pegaron y me las fui cantando mentalmente hasta llegar a mi destino.

Vi también como las miradas de los varones se dirigían con mucho énfasis a 3 "minas" que caminaban a pasos de mi. Nunca les vi la cara, pero si notaba sus 90, 60 90 y sus jeans ajustados. Yo ya no visto así, aunque si recuerdo bien, tal vez nunca lo hice. Sin embargo, mis pantalones de tela, mi chaqueta más larga que la rodilla, mi poco maquillaje y mi peo "casual", por no decir chascón, me hicieron notar que ya no atraigo las miradas como antes. Lo cual honestamente poco me importa.

Estaba contenta, caminar por Pio Nono me dio sensación de libertad. Es una de las razones por las que no manejo, me gusta caminar, sentir…

Sentir frio o calor, sentir el aire o a los perros que me siguen en la calle, sentir la vida que se asoma en este Santiago de cemento.

Cuando llegue al restaurant no me lo podía creer, todos mis ex – compañeros de trabajo ahí, abrazándome, besándome y felices de verme. Que alegría sentí… gracias por haberme invitado…

Aún lo disfruto

Aún no me llega la cuenta del restaurant.

:p